En este post os vamos a mostrar «Cosas que ver en Roma en 3 días» El pasado mes de diciembre, por fin, viajamos por primera vez a Italia. A Roma concretamente. Y la verdad, no sabemos explicaros por qué no fuimos antes a conocerla. Íbamos con una expectativas normales y vinimos totalmente enamorados de ella.
Sus calles, su gente, su comida…pero sobre todo, sus monumentos. Roma está plagada de monumentos y de camino a ver cualquier monumento, pasas por otros tantos. Es una auténtica pasada. Nunca antes vimos nada igual. Directamente pasó a nuestro top de ciudades más bonitas de Europa (de las que conocemos) y quizás podamos decir que es la más bonita (aunque quizás es pronto para ello).
En este post os contaremos un poco el itinerario que seguimos durante los 3 días completos que estuvimos allí y, además, os iremos dejando recomendaciones varias sobre dónde comimos y cosas a tener en cuenta. Es un itinerario que cuenta con puntos o restaurantes que nos han recomendado en concreto personas que o viven allí o tienen familia allí, así que son de fiar.
«Cosas que ver en Roma en 3 días» es el primer post que preparamos concienzudamente desde que comenzamos el proyecto de la web de «Viajero Goloso» así que estará mucho más detallado que los demás. Este será el tono general del blog a partir de ahora ya que para anteriores visitas no tenemos todo el material fotográfico necesario o las fotos no son las más idóneas. Ni tampoco apuntábamos dónde comíamos ni qué comíamos. Así que esperamos que os guste y os animéis a visitarla.
Vamos con las «Cosas que ver en Roma en 3 días«.
Cosas que ver en Roma en 3 días – Primer día – Basílica de San Pedro y Museos Vaticanos
Este fue el itinerario del primer día en Roma:
- Basílica de San Pedro
- Museos Vaticanos
- Castillo Sant’Angelo
- Puente Umberto I
- Via del Corso
- Piazza Barberini
- Piazza Navona
- Panteón Romano
- Piazza Popolo
- Mirador de Pincio
La ruta del primer día comenzó por la Basílica de San Pedro y los Museos Vaticanos. Nosotros nos hospedábamos justo enfrente de la «Fontana Di Trevi» así que teníamos todos los monumentos a pie pero este era el más lejano así que optamos por coger el Metro. Básicamente lo cogimos porque el tour comenzaba demasiado temprano pero a pie eran unos 40 minutos, es decir, tampoco estaba lejísimos de nuestro piso.
El tour duraba unas 3h y nos costó unos 100 euros por persona (junto con el del Coliseo, Foro y Palatino). Este es el tour que realmente recomendamos ya que el del Coliseo se nos hizo un poco pesado a partir de la mitad). Para ver el link del tour pulsa aquí.
Como sabéis, los Museos Vaticanos son una colección de museos y galerías situados en la Ciudad del Vaticano, que es un enclave independiente en la ciudad de Roma, Italia. Estos museos son famosos por albergar una de las colecciones de arte más importantes del mundo, que abarca desde la antigüedad clásica hasta obras maestras renacentistas y más allá.
El tour nos pareció bastante interesante y el recorrido era impresionante. Después de una introducción inicial por parte del guía, nos adentramos en los museos Vaticanos. No somos expertos en arte (estamos muy lejos de serlo) pero la arquitectura era una locura. Mirábamos a cada momento el techo asombrados.
Continuamos por sus pasillos hasta llegar a la Capilla Sixtina (en la que no podía hacerse fotos). La Capilla Sixtina, como sabéis, es una de las capillas más famosas del mundo. Es conocida principalmente por sus impresionantes frescos, especialmente los realizados por Michelangelo Buonarroti en el techo y la pared del altar.
Todo terminaba en la Plaza de San Pedro.
Y concluimos el tour adentrándonos en la «Basílica de San Pedro», uno de los lugares más emblemáticos y sagrados del catolicismo. Su extenso interior es imponente y coincidió que se estaba celebrando misa cuando llegamos.
Una vez concluido el tour, continuamos con el Castillo Sant’Angelo, que tiene forma circular y está construido con bloques de travertino. En la cima se encuentra una estatua del arcángel Miguel, que da nombre al castillo.
Seguimos con el «Puente Umberto I», inaugurado en 1895 y nombrado en honor al rey Umberto I. Se alza majestuosamente sobre el río Tíber aunque es famoso entre los viajeros por la siguiente estampa.
Tocaba la hora de comer así que paramos a almorzar en «Ristorante Pizzeria Napoletana», que se encontraba justo al lado del Puente Umberto I. Allí para no desentonar con los italianos probamos el típico Aperol Spritz (es un cóctel que se prepara con el licor de Aperol, vino espumoso y un chorrito de agua con gas).
Además, probamos las primeras pizzas del viaje: Pizza Diavola, Pizza Rústica y Pizza Margherita.
Para el postre, optamos por pasear un poco y tomar un «Tiramisú» en uno de los muchos locales que hay por las calles y que lo ofertan. Hay mucho tiramisú y helado que probar en Roma.
Continuamos nuestro viaje siguiendo la «Via del Corso«, que es una de las calles comerciales de Roma con las típicas tiendas de moda y multinacionales como la tienda de Apple.
Llegamos hasta la «Piazza Barberini» y, posteriormente, hasta la famosa «Piazza Navona«, una de las más famosas de Roma. Hay monumentos que os iremos comentando y que os iréis encontrando de vez en cuando ya que algunos están de camino a otros. Era Navidad así que ya se encontraban los mercados navideños en las grandes plazas.
Nuestro siguiente punto romano fue el «Panteón». Un monumento impresionante y de los mejor conservados de Roma. Originalmente, el Panteón estaba dedicado a todos los dioses (de ahí su nombre, que significa «templo de todos los dioses» en griego). Más tarde, en el año 608 d.C., fue convertido en una iglesia cristiana, lo que contribuyó a su preservación.
La siguiente parada fue en «Piazza Popolo», una plaza que desconocíamos y que era bastante grande. Algo sorprendente la verdad.
Ya para finalizar la ruta del primer día, subimos al «Mirador de Pincio» desde la «Piazza Popolo». Allí tienes vistas panorámicas de la ciudad de Roma.
Este mirador se encuentra en Villa Borghese, que es un gran parque que decidimos visitar en otro momento ya que oscureció y apenas se veía con claridad.
La ruta del primer día terminó con unas pizzas en «Pizza in Trevi», una pizzería justo al lado de la «Fontana di Trevi» y un helado. Todos los días terminábamos con helado porque hay heladerías por todas partes y están de muerte.
Cosas que ver en Roma en 3 días – Segundo día – Coliseo Romano
Este fue el itinerario del segundo día:
- Coliseo
- Palatino
- Foro
- Teatro Marcello
- Isla Tiberina
- Janículo
- Fontana dell’Aqua Paola
- Trastevere
- Santa María in Cosmedin
- Forum Boarium
- Circo Máximo
Comenzamos el segundo día como el anterior, despertándonos temprano. Esto se debía a que teníamos el tour del Coliseo a las 8:30 de la mañana y había que ir con antelación. Este tour, como al anterior, también tenía una duración de 3h aunque sólo nos pareció interesante la parte del Coliseo (esto siempre será relativo porque dependerá de si estás muy interesado en la historia o no). El tour lo reservamos en el siguiente enlace.
El Coliseo es uno de los monumentos más icónicos de Roma y una de las estructuras más famosas de la antigua Roma. Es un anfiteatro ovalado de varios niveles con una capacidad estimada de entre 50,000 y 80,000 espectadores.
No vamos a entrar en detalles históricos o arquitectónicos ya que no somos expertos en la materia pero la primera impresión cuando vimos el Coliseo fue la de estar ante algo realmente imponente. No lo esperábamos tan grande.
Comenzó por los bajos interiores del Coliseo y ya entramos dentro, a uno de sus anfiteatros.
Como en todos los monumentos en los que haya que pagar o requiera de reserva, os recomendamos que vayáis con antelación ya que se forman colas impresionantes en cada uno de ellos. Sobre todo, en los más emblemáticos.
Continuamos con la visita al «Palatino» y «Foro Romano». Esta parte nos pareció visualmente muy atractiva pero el tour se nos hizo un poco pesado.
Al terminar el tour nos dirigimos al popular barrio de Trastévere, el barrio que nos recomendaron para tomar cervezas y comer mejor. Era un barrio con bastante encanto. De camino a Trastévere, pasamos por el «Teatro Marcello» y la «Isla Tiberina».
Era la hora de almorzar y paramos a comer en el mejor restaurante de todos los que probamos en Roma. Una recomendación especial de un amigo. Se trata del famoso restaurante «Capo de Fero» (os haremos un post especial sobre él). Allí comimos comida típica italiana y nada de pizzas. Entre todos los platos que pedimos, brillaban con luz propia los «Rigatoni democatrici», la especialidad de la casa. Sin palabras.
Además de la mejor pasta, allí también probamos el mejor tiramisú (famoso postre italiano).
Aquí os dejamos el post donde lo analizamos: Capo de Fero Roma: la mejor comida italiana se encuentra en el barrio de Trastévere
Allí nos pusimos a tope de comida (y vino) así que decimos coger la peor opción posible. Subir hasta el mirador «Janiculo«, famoso por tener algunas de las mejores vistas de Roma aunque no nos pareció tan increíble, la verdad. De camino a este mirador, pasamos por la «Fontana dell’Aqua Paola».
A continuación , tras pasear otro rato más por el barrio de Trastévere (volviendo a bajar la cuesta), nos dirigimos de nuevo al Coliseo para verlo de noche y hacernos varias fotos. Las típicas ya que es un punto típico donde la gente se hace fotos. De noche luce tan impresionante como de día.
Como colofón del segundo día, y sin esperarlo, nos cruzamos con el «Monumento Nazionale Vittorio Emanuele II». Imponente. Sus dimensiones asustan hasta al más pintado.
El Vittoriano fue construido en honor a Vittorio Emanuele II, el primer rey de Italia unificada. La construcción comenzó en 1885 y se completó en 1925. En la parte superior del monumento, frente a una gran escalinata, se encuentra una estatua ecuestre de bronce de Vittorio Emanuele II.
Desde la terraza del Vittoriano, se puede disfrutar de impresionantes vistas panorámicas de Roma, incluyendo el Coliseo, el Foro Romano y la ciudad antigua.
A continuación, paramos a tomar una cerveza en pub que había cercano. «Trinity College Irish Pub». Estaba bastante bien de precio y tenía varios tipos de cerveza, además de una carta no muy extensa con cosas para picar.
Acabamos el día comiendo unas focaccias sentados justo enfrente del Panteón. Estas focaccias son muy famosas y son de «All’Antico Vinaio», un local que está justo al lado del Panteón y en el que suele haber bastante cola (aunque va bastante rápido). Las recomendamos ya que son baratas y están deliciosas.
Antes de irnos a la cama, por supuesto, tomamos un helado. Esta vez lo hicimos en «Della Palma», una heladería con más de 40 años que cuentan con helados de 150 sabores. Nunca vimos tantos sabores juntos. El helado, por cierto, espectacular. Como todos.
Cosas que ver en Roma en 3 días – Tercer día – Fontana di Trevi
Este es el itinerario del tercer día:
- Fontana di Trevi
- Plaza de España
- Villa borghese
- Corte di Casazzione
- Piazza Navona
- Barrio Judío
- Campo de Fiori
- Templo Marcello
- Piazza Colonna
- Fontana di Trevi
El tercer día ya no teníamos nada contratado así que íbamos con menos prisas (aunque no por ello arrancamos más tarde).
Comenzamos el día disfrutando de la esplendorosa «Fontana di Trevi«. Realmente era lo primero que veíamos cada día porque nos alojábamos justo enfrente en Appartamento Lavatore (recomendadísimo, era un apartamento para 6 personas).
Es una de las fuentes más famosas del mundo y una de las atracciones turísticas más emblemáticas de Roma. La fuente está ubicada en el cruce de tres calles (de ahí el nombre «Trevi») en el centro histórico de Roma. Es parte de la fachada del Palazzo Poli.
Una de las tradiciones más conocidas asociadas con la Fontana di Trevi es la de lanzar una moneda sobre el hombro izquierdo con la mano derecha hacia la fuente. Se dice que esto asegura el regreso a Roma. Lanzar dos monedas puede ayudar a encontrar el amor, y tres monedas garantizan un matrimonio o un divorcio. Ahí lo dejamos como dato.
La «Fontana di Trevi» fue uno de los monumentos que más nos impactó ya que no la esperábamos tan grande. Además, para verla como en la imagen anterior tenías que verla a primera hora de la mañana ya que siempre estaba abarrotada de gente (con policías incluso vigilando y controlando todo).
Una vez vimos la «Fontana di Trevi» fuimos andando por la Vía del Corso hasta la «Plaza de España».
Subimos a Villa Borghese y de camino, paramos en un mirador para tomar la siguiente instantánea panorámica de Roma.
Villa Borghese es un gran parque donde hay personas haciendo deporte, puedes alquilar vehículos para visitarlo, hay músicos ambulantes o puestos de comida rápida. A nosotros nos llamó la atención este reloj.
El siguiente paso nos llevó hasta la «Corte di Casazzione«.
Paramos en el mercado navideño de la «Piazza Navona» después de estar paseando un poco por la ciudad. Porque Roma también trata de eso. De perderte. Es uno de los grandes placeres de la ciudad. Todo tiene encanto.
Dimos un paseo por el Barrio Judío y terminamos en «Campo de Fiori«, donde decidimos almorzar en otro restaurante recomendado. Se trataba de «La Fiaschetta«. El local de este restaurante distaba un poco del look más castizo del local de «Trastévere» y parecía un poco más «actual». Aquí pedimos tonnarelli y fetuccini (además de una ensalada de burrata) y degustamos alguno de sus vinos. Fue también un acierto aunque un poco por debajo de «Capo de Fero».
Para bajar la comida, paseamos por el barrio de «Campo de Fiori», el cual nos encantó y estuvo bien perderse un rato por sus calles hasta que llegamos a «Teatro Marcello«.
Es uno de los teatros más antiguos de Roma y estaba destinado a la representación de obras dramáticas y musicales. El diseño del Teatro de Marcelo es similar al del Coliseo, aunque en una escala más pequeña. Tenía capacidad para alrededor de 11,000 espectadores. La fachada original estaba revestida de travertino y mármol.
Tras esto, íbamos finalizando nuestra visita a Roma y quisimos conocer bien el «Monumento Nazionale Vittorio Emanuele II» ya que nos impactó el primer día. Desde allí disfrutamos de estas vistas de la ciudad.
El día lo terminamos, como todas las noches, comiendo un helado en «Donnino«. Por comer helados no va a ser. Esta heladería es la que está justo en un lateral de la «Fontana di Trevi».
Recomendaciones varias
- Roma es una ciudad muy espectacular y llena de monumentos. Además de seguir guías de este tipo, os recomendamos perderos por la ciudad sin miedo. Lo bonito de Roma, además de sus monumentos principales, son sus iglesias. Tiene más de 1000. No hemos ido poniéndolas en el recorrido porque sería una locura pero podéis entrar en cualquier de ellas que seguro os llamará la atención su interior.
- Si encontráis buena ubicación, es una ciudad que se puede conocer en su mayoría a pie. Nosotros nos ubicamos en «Appartamento Lavatore» y fue la mejor decisión que tomamos. Se encontraba justo enfrente de la «Fontana di Trevi» y estaba cerca de todo. Además, está rodeado de comercios, restaurantes, heladerías y bares.
- Reservad los tours con antelación y comprar todo con la mayor previsión posible.
- Intentad buscar opciones de comida típicas de allí y no caigáis en los primeros restaurantes con fotos preciosas de sus platos. El barrio de Trastevere es buena opción para comer por calidad y precio.
Valoración final de Roma
Roma nos parece, sin duda, una de las ciudades más bonitas de Europa. No sabemos deciros si la que más pero desde luego está entre las mejores. Es una ciudad llena de encanto (también de gente) en la que perderse siempre es buena opción. Porque siempre topas con algo nuevo. Una iglesia, un monumento, un parque o una plaza. Está repleta de cosas que hacer y eso nos encanta.
Además, está su comida. Somos amantes de la comida italiana (quién no?) y allí tienes gran variedad de pizzas o pasta. A nosotros, aunque nos ha encantado, no nos ha sorprendido. Quizás es por lo extendida que está este tipo de cocina por el mundo. Podemos deciros que hemos comido muy bien pero que en Roma no nos hemos comido ni la mejor pasta ni la mejor pizza de nuestra vida.
En definitiva, una viaje totalmente imprescindible y totalmente recomendable. Si no la has visitado, vas tarde. Déjate enamorar por ella.